Exposición: SANGRAR LUZ de Ignacio Llamas y Street Photograpy


Ignacio Llamas (Toledo, 1970) es un artista contemporáneo español, licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid que trabaja con obra volumétrica, fotografía e instalaciones.

Después de licenciarse en Bellas Artes completó su formación en talleres impartidos por artistas como Luis Gordillo, Mitsuo Miura, Jaime Lorente o Gerardo Aparicio,1​ y en esa época se centra en el dibujo como recurso de un proceso de búsqueda personal. En esa búsqueda llega a la transferencia de fotocopias en blanco y negro trabajando sobre la idea de cultura propia y ajena, trabajando con códigos de barras, signos, palabras, etc.
A principios del 2002 traspasa el plano y se adentra en el espacio. Como una invitación al espectador a que se sumergiese en su obra comienza a trabajar con una mezcla de escultura y arquitectura, rozando la instalación y el objeto artístico. Reflejando una gran intimidad sus espacios blancos son habitados por árboles, el silencio, la luz matizadora que dibuja a través de las sombras la idea de transcendencia humana. La luz y el espacio son el eje principal en su obra.

Comienza a exponer a principios de los noventa y desde entonces ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en España y varios países europeos y americanos, así como en ferias de arte contemporáneo.
Entre otros lugares se ha podido ver su obra en el Museo Patio Herreriano, Museo de Arte Contemporáneo Unión FENOSA o Fundación Caixa Galicia; en galerías como Ángeles Baños, Egam, Adora Calvo, Aranapoveda, pazYcomedias, Espacio Líquido o Pedro Torres;  y en ferias como ARCO, TIAF o Art Brussels.
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La exposición se realizó  en el Museo de Santa Cruz, un edificio del s. XVI de la ciudad de Toledo, (España), que en su origen fue un importante hospital, aunque fue convertido en museo en el siglo XIX.
El hospital fue fundado por el cardenal Mendoza a finales del siglo XV, para centralizar la asistencia a niños huérfanos y desamparados de la ciudad. Cuenta con una notable portada plateresca, obra de Alonso de Covarrubias. El edificio tiene planta de cruz griega y cuatro patios, de los que dos se realizaron por completo. El primero es de Covarrubias y da acceso al piso superior a través de una escalera de tres tramos.
El museo consta de dos plantas. El crucero abarca los dos pisos y está cubierto con bóvedas de crucería. En el brazo norte se situaba la capilla. El museo cuenta con secciones de Arqueología, Bellas Artes y Artes Decorativas. Los fondos de Bellas Artes se distribuyen en la primera y segunda planta del edificio, y los de arqueología, en el Claustro Noble y en un piso subterráneo. Las Artes Decorativas cuentan con una muestra de artesanía popular toledana, que se sitúa también en el piso del sótano.
 
Lo primero que encontramos al pasar a la exposición es una gran texto introductorio de lo que encontraremos en esta,  pasando a continuación por varias obras volumétricas en el que nos deja claras las intenciones de este artista en el que el espacio y las texturas son clave. 

Después pasamos a la sala principal donde nos encontramos unas 10 fotografías aproximadamente en un formato la mayoría bastante grande y con papel mate, lo que hace realzar el impacto de las luces y sombras, ya que trabaja en RGB pero en el que solo observamos degradados y blancos y negros, ya que juega con elementos plásticos blancos y sus correspondientes sombras.

Para no dejarnos indiferentes, a continuación tenemos varias recreaciones de espacios tridimensionales, como si de habitaciones se tratasen, en las que observaremos su interior, en el que juega con el espacio, la  iluminación y las sombras, en el que cabe destacar independientemente cada una, un acompañamiento sonoro muy logrado, con sonidos experimentales producidos por el mismo artista.

Siguiendo en la exposición en la parte posterior del frente nos encontramos varias sacas tipicas de las que se usan para cargar escombros, en las que encontramos la recreación de espacios amplios con detalles que perfectamente logran conseguir lo que el artista nos quiere transmitir, situando elementos como, vayas o casas en miniatura en medio de un terreno frío y sobrio, conseguido por el color blanco de la materia en la que lo recrea, todo esto apoyado por una iluminación mas que imprescindible en la que deja clara su visión solitaria de los elementos.

En la parte izquierda del museo podemos encontrar varios espacio volumétricos representados de igual manera que en el hall a una baja altura, todo ello acompañado de una iluminación impecable en la que deja clara su intención mediante los contrastes y una gran BSO en la que nos incita a recorrer en profundidad toda la exposición.

Por  ultimo en el ala derecha del museo, observamos varias recreaciones metalúrgicas en el que el autor juega con volúmenes y añade fotografías para realzar ese impactante estimulo.

Bajo mi humilde opinión, la exposición bajo el punto de vista artístico tiene un valor más que notable, en el que el autor a dejado claras sus intenciones y sensaciones a transmitir, en las que las fotografías denotaban un estilo fino y elegante, dejando a la imaginación esa parte de soledad y serenidad de la que trata la vida en algunos momentos. Dejando claros su propio sello de identidad en el que juega con espacios tridimensionales, su iluminación y su propia BSO, que transmitía una serenidad muy íntima. 

Sin lugar a dudas la primera fotografía que os muestro es la que más me impacto en aquel momento, en el que la sencillez de un sofá (en miniatura) y una rama iluminados de forma cenital, dan a entender esa soledad más que necesaria en algunos momentos de la vida, en la que entiendo, que el artista transmite que esos momentos son necesarios para indagar en nuestro propio ser.

Por el contrario algunas de las obras volumétricas no acabaron de captar mi total atención, en la que la serie repetía varios patrones, pero sin llegar a entender el mensaje que el artista nos quería transmitir.


La imagen superior, realizada en formato rectangular y en color, pero la cual solo obtiene detalles blancos y negros, con sus respectivos degradados, resulta de un elemento blanco y un fondo negro en el que los elementos plásticos están situados de forma estratégica al igual que la iluminación de forma cenital. 

Su perspectiva picada y la posición de 3/4 de los elementos plásticos, su plano general que nos deja ver las zonas iluminadas, muestran su volumen y profundidad, en la que nos transmite serenidad a la par que soledad de una forma armoniosa.

El punto fuerte de la imagen claramente es el sillón y la rama colocada justamente detrás, en la que se  prioriza por la iluminación y por que todo lo demás esta en penumbra. Realizando una lectura horizontal de la foto, que va desde el sillón, la rama y la iluminación que cae en el suelo.















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